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2. Fortalecer la personalidad a través de la música. Por qué la música ayuda. Niños, adolescentes y música.

“El único propósito y razón final de toda la música debería ser la gloria de Dios y el alivio del espíritu”

Bach

Ahora no veneramos tanto a Dios, pero seguimos utilizando la música para sentirnos identificados, pertenecientes y entendidos.

Los niños bailan antes de hablar.

En todas las culturas conocidas, la ordenación del sonido de manera que sea agradable de escuchar se ha usado para mejorar la experiencia de la vida. Los pigmeos del bosque de Ituri, en África, soplan en sus cuernos sagrados durante días y noches cuando hay sequía y el bosque no les provee de todas sus necesidades. Con el sonido intentan despertar al bosque dormido.

Los cuernos pueden no haber despertado a los arboles pero, ese sonido familiar, debe haber convencido a los pigmeos de que la ayuda estaba en camino y de esa forma, eran capaces de enfrentarse al futuro con mas confianza, de soportar la incertidumbre.

La música enfoca la atención de los oyentes en modelos adecuados al estado de ánimo deseado. Hay música para bailar, para bodas, funerales, ocasiones patrióticas, música que facilita el romance y música que ayuda a hacer deporte.

Además, cantar nos permite conectar y liberar las emociones. Crear armonía dentro de nosotros mismos.

niños

La música da un sentido de pertenencia.

Hoy sabemos que el sentimiento de pertenencia es fundamental para el desarrollo del niño. Pertenecer a una familia unida y a favor de sus intereses, a una cultura y a unas costumbres, pone orden en la conciencia (estudio). Otorga metas, desafíos, consecuencias a nuestros actos y en definitiva orden y sentido a lo que hacemos, decimos y valoramos.

Además, contribuye al desarrollo de la persona. Las personas que no han tenido un hogar, que no se sintieron aceptados incondicionalmente en la infancia; desarrollan un débil sentido de pertenencia y tienen dificultades para afrontar los problemas de la vida con soltura y seguridad.

Entonces nacen los guetos y los grupos de música donde se cuentan las penurias y las victorias, nace algo con lo que identificarse, a lo que pertenecer. Muchas disciplinas deportivas como el Crossfit han triunfado debido a este factor tan importante que forma parte de nuestro cableado mental.

Una fase lleva a la otra

El objetivo es la autorrealización, cualquier fase previa descubierta e insatisfecha produce estados de alerta a los que tenemos que dedicar atención y ralentizan nuestra realización personal. A veces, estas necesidades son infundadas por la sociedad y no son reales. Pero da para hablar en otro artículo.

En la etapa complicada de la adolescencia, cada día es un desafío.

Los adolescentes dependen en gran medida del sonido apaciguador de su grupo favorito para poner orden en su conciencia e identificarse con sus ideas y pensamientos. Quizá ese grupo expresa las mismas cosas que siente y le ayuda a no sentirse solo y desencaminado, a creer en algo nuevo, a tener una nueva perspectiva de lo que esta sucediendo en su vida. Le ponen nombre a lo que sienten, versos, frases, palabras nuevas; es una nueva forma de expresarse.

Esto no quiere decir que se convierta en la música que escucha, son sus sentimientos los que se ven reflejados y es una forma de crecimiento y autoconocimiento muy importante y necesaria. Evidentemente, en la construcción de la personalidad intervienen mas factores. (estudio)

La asistencia a conciertos de Rock sigue teniendo un grado de elemento ritual. Hay pocas ocaciones en las que tantas personas sean testigo del mismo suceso juntos, que piensen y sientan las mismas cosas al sonido de esa mítica canción, y que procesen la misma información. La participación conjunta produce en un auditorio el sentimiento de que uno pertenece al grupo con una existencia concreta y verdadera. Nos devuelve lo que sentimos, lo que queremos y deseamos, lo que valoramos; fortalece y reafirma nuestra personalidad.

La música es información auditiva organizada, ayuda a organizar la mente del que escucha y, por lo tanto, reduce el desorden psíquico que experimentamos cuando la información que nos llega de fuera interfiere con nuestras metas, nuestros valores y gustos.

Oír no es escuchar

No es oír lo que mejora la vida, es el escuchar. Oímos música pero rara vez la escuchamos.

Es posible que en la medida que la tecnología permite más acceso a la música estemos dejando de valorarla y de seleccionarla. Si supieras que solo puedes escuchar música dos veces a la semana porque no tienes medios, ¿qué música escogerías?.

La accesibilidad que tenemos hoy en día a la música puede estar reduciendo la capacidad de disfrute que obtenemos a través de ella. Antes de la llegada de las grabaciones de sonido, la actuación musical en vivo era una oportunidad increíble para prestar la suma atención a los detalles, a la melodía y a todos los instrumentos; ya que la actuación era única y no podía ser repetida nuevamente.

Cuando escuchamos, esta atención a los sonidos refina la capacidad de disfrute obtenida de la música, da lugar a poder disfrutar de una forma más compleja y abierta. La personalidad también se refina y alcanza mayor complejidad de entendimiento, crecemos como seres humanos.

Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro «fluir», destaca tres etapas en el desarrollo de escuchar música (como en el desarrollo del gourmet para apreciar los sabores):

  • Experiencia de los sentidos. Uno responde a las cualidades del sonido que inducen sensaciones físicas agradables.
  • Modo de escucha analógico. Uno evoca sentimientos e imágenes basándose en el sonido. (El fragmento musical de Chaikovski logra que uno se visualice conduciendo un trineo sonando las campanillas en Navidad, la letra de una canción que habla de ese desamor, imaginarse bailando en una pista con esa canción dance)
  • La etapa analitica. La más compleja. La atención cambia hacia los elementos estructurales en lugar de fijarse en los elementos sensitivos. Y requieren de una capacidad de evaluación. Al desarrollar esta habilidad aumentan las oportunidades de disfrutar con la música; la personalidad crece, nos volvemos personas más complejas intelectualmente.

Música y niños

Platón creyó que los niños debían aprender música antes qué cualquier otra cosa; aprendiendo a prestar atención a armonías y ritmos armoniosos.

La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza, y vida y alegría a todas las cosas.

Platón

Nuestra cultura pone poco interés en enseñar las habilidades musicales a los niños y jóvenes. Cuando hay que recortar el presupuesto se eliminan los cursos de música, de educación física y de arte. Es desalentador, que estas cualidades básicas y necesarias para la calidad de vida y para el desarrollo y entendimiento del mundo y del propio cuerpo, sean las primeras en eliminarse. Son consideradas superfluas.

Sin una educación músical previa los niños se convierten en adolescentes que deben invertir gran cantidad de energía en encontrar una música propia.

El 90% de los adolescentes escucha música todos los días. ¿Cómo elegir una música que les aliente sin cultura musical? ¿Cómo saber lo que les gusta mas allá de la canción de moda? Se pierde la oportunidad de hacer su entendimiento mas complejo y este entendimiento se extrapola a mas ámbitos de la vida.

Hay una tendencia en el modo de enseñar música a los niños (La cosa está empezando a cambiar). Se pone demasiado énfasis en la interpretación y poco en lo que ellos experimentan. Es importante saber si el niño está disfrutando o no, con un mayor disfrute se consiguen mejores resultados. Lo importante no es acabar en el Royal Albert Hall. Aunque, ciertamente, a mayor disfrute y satisfacción; mas oportunidad de refinamiento. La disciplina merece la pena si está enfocada en algo que nos gratifica.

La finalidad de la música no es hacerlo perfecto y ser un genio. La finalidad de la música es crear armonía, orden, equilibrio y bienestar. Ayudar al niño a tener un punto positivo en el que enfocar su atención y ponerse en contacto con sus emociones. Si es un prodigio lo será por el sentimiento que la música le produce, por su dedicación y talento. (estudio)

Para acabar, me gustaría mencionar a Lorin Hollander. Un prodigioso pianista al que se le congelaron las manos en un concierto. Un mecanismo «subconsciente» que evitaba las críticas de su padre. Después, tras recuperarse (tardó unos años), se dedicó a ayudar a otros instrumentistas jóvenes a que disfrutasen de la música de la manera en la que tiene que disfrutarse. Recomiendo su lectura.

Practica

Siéntate en un lugar cómodo, baja un poco la persiana, enciende tu equipo de música o los cascos. Si no, él estéreo del móvil está bien. Elige una canción que te guste, no tiene que ser de ningún género en particular.

Escucha como empieza, los diferentes sonidos que aparecen sin intentar definir cómo se llaman los instrumentos. Si sabes sus nombres, nómbralos. Escucha como crece, como es la voz del cantante, la melodía del bajo, de la batería, de la guitarra y como todos los elementos están encajados entre sí. Déjate llenar por los sonidos.

Quizá tengas que escucharla varias veces para apreciar los detalles y conocerla bien. Pero es una practica increíble para tu mente y muy enriquecedora.

Poco a poco será más fácil escuchar, tendrás el gusto de explorar nuevos sonidos y grupos. Sin darte cuenta tu criterio mejorará; los sonidos resonarán en tus emociones. Tendrás más conciencia de ti mismo. Habrás crecido.

Cuéntame que tal ha ido en los comentarios 😀

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